La Alcarria Obrera fue la cabecera más antigua de la prensa sindical en la provincia de Guadalajara en el siglo XX. Heredera del decimonónico Boletín de la Asociación Cooperativa de Obreros, comenzó a publicarse en 1906 y lo hizo ininterrumpidamente hasta que, en el año 1911, dejó paso a Juventud Obrera.

El odio de la burguesía y el terror al que fueron sometidas las clases populares provocaron su total destrucción: hoy no queda ni un sólo ejemplar de ese periódico obrero.

En 2007 recuperamos La Alcarria Obrera para difundir textos fundamentales y originales de la historia del proletariado militante, con especial dedicación al de Guadalajara, para que sirvan de recuerdo histórico y reflexión teórica sobre las bases ideológicas y las primeras luchas de los trabajadores en pos de su emancipación social.

10 de abril de 2011

La Asociación Obrera Asambleísta y la OTAN

Pegatina de la AOA, Madrid, 1983

En marzo de 1986, hace ahora veinticinco años, se celebró en España el referéndum que decidió la integración de nuestro país en la OTAN. La consulta fue, por un lado, el resultado de una larga movilización de la izquierda radical que, durante años, se opuso a la integración militar en Occidente y, por otra parte, fruto de la inexperiencia del PSOE que aún no se había instalado en el cinismo de contradecir sus promesas electorales. A pesar de la transformación de los socialistas, por última vez el PCE y la izquierda radical plantearon una batalla con posibilidades de éxito y que fue, de alguna manera, el canto de cisne de la Transición. En esta lucha participaron todos los grupos y corrientes de la izquierda y, entre todos ellos, hemos escogido la reproducción de un panfleto de uno de los más desconocidos y olvidados: la Asociación Obrera Asambleísta, el pequeño y breve sindicato que el PCE (ml) animó hasta mediados de los años 80.

Llamamiento de la Asociación Obrera Asambleísta
Los países imperialistas, fundamentalmente los Estados Unidos y la Unión Soviética (secundados por sus respectivos bloques militares, la OTAN y el Pacto de Varsovia) tienen bajo su dependencia y dominio gran número de países y en su lucha por arrebatarse y ampliar sus zonas de influencia ponen en peligro la paz entre los pueblos. Este dominio del imperialismo significa para la clase obrera una explotación cada vez mayor una degradación de sus condiciones de trabajo, en beneficio de estos países imperialistas.
Concretamente en España esta actuación del imperialismo se canaliza, entres otras maneras, a través de las compañías multinacionales (fundamentalmente americanas) que dominan sectores enteros de la producción. Grandes compañías como Standard, Talbot, General Motors o General Eléctrica son un claro exponente de la explotación y de la degradación de las condiciones de trabajo, con despidos, regulaciones o aumento salvaje de los ritmos de trabajo.
Especialmente escandaloso resulta que parte importante de la capacidad productiva de las compañías multinacionales se dedica a producir material militar como es el caso de Talbot (del grupo PSA, francés) en cuya factoría de Villaverde el único departamento a tope de producción y con gran número de horas extras es el dedicado a la fabricación y reparación de carros de combate.
La clase obrera se ve afectada, además, por las cuantiosas inversiones necesarias para modernizar las Fuerzas Armadas. Más de dos billones de pesetas del programa de inversiones (FACA, carros, misiles, navíos, etc.) es el gasto que va a recaer sobre nuestras espaldas (aparte los presupuestos anuales ordinarios), y ese dinero debe salir, naturalmente, de alguna parte, por lo que no es de extrañar el recorte de la cuantía de las pensiones (al 65%), la reducción de los fondos destinados al paro y otra serie de recortes a los gastos sociales (en vivienda, sanidad, etc.).
Y esta política de gastos militares y de producción de guerra está orientada a consolidar la presencia de nuestro país en la OTAN, política que el Gobierno del PSOE realiza en contra del sentir de los trabajadores e inclusive en oposición a sus propias promesas electorales. Esta política va unida a la presencia en nuestro suelo de las bases militares americanas desde la firma de los infames pactos de Franco con Estados Unidos en la década de los cincuenta, renovados continuamente hasta la fecha.
Queda claro, pues, que el imperialismo y nuestra permanencia en la OTAN afectan directamente a las condiciones de vida de la clase obrera en España, situación que se reproduce (con las particularidades de cada caso) en todos los países de la OTAN o del Pacto de Varsovia. Por eso cuando algunos plantean que la lucha contra la OTAN, la lucha antiimperialista, es misión de unos determinados colectivos y no debe llevarse al interior de las fábricas y centros de trabajo, la Asociación Obrera Asambleísta afirma que dichas posturas no son sino la negación de la lucha antiimperialista y contra la OTAN desde un punto de vista de clase.
Por todo lo anterior el Comité de Madrid de la Asociación Obrera Asambleísta apoya la creación de comités pro-referéndum en el interior de los centros de trabajo, con la activa presencia de comités de empresa y secciones sindicales, y hace un llamamiento a los sindicalistas de clase de CC.OO y UGT a participar en forma organizada en las movilizaciones anti-OTAN y antiimperialistas que se produzcan en nuestro país.
Llamamos a. los trabajadores a participar en la Marcha a Torrejón que partirá de Canillejas el día 19 por la mañana; formando bloque con la Asociación Antiimperialista de Madrid donde estará nuestro Sindicato.

POR LA INDEPENDENCIA NACIONAL
NI OTAN NI PACTO DE VARSOVIA
REFERENDUM CLARO YA
OTAN NO, BASES FUERA
Comité de Madrid de la AOA (15/2/1984)