La Alcarria Obrera fue la cabecera más antigua de la prensa sindical en la provincia de Guadalajara en el siglo XX. Heredera del decimonónico Boletín de la Asociación Cooperativa de Obreros, comenzó a publicarse en 1906 y lo hizo ininterrumpidamente hasta que, en el año 1911, dejó paso a Juventud Obrera.

El odio de la burguesía y el terror al que fueron sometidas las clases populares provocaron su total destrucción: hoy no queda ni un sólo ejemplar de ese periódico obrero.

En 2007 recuperamos La Alcarria Obrera para difundir textos fundamentales y originales de la historia del proletariado militante, con especial dedicación al de Guadalajara, para que sirvan de recuerdo histórico y reflexión teórica sobre las bases ideológicas y las primeras luchas de los trabajadores en pos de su emancipación social.

16 de mayo de 2010

Las Juventudes de Izquierda Comunista

Pegatina de las Juventudes de Izquierda Comunista (Archivo La Alcarria Obrera)

Los grupos y partidos políticos de la extrema izquierda de los años 60 y 70 del siglo pasado se nutrieron, muy principalmente, de jóvenes trabajadores y, sobre todo, estudiantes. La oleada revolucionaria de 1968 puso en evidencia que la juventud era un sujeto político que rompía la vieja dinámica de clases sociales y asumía un descarado protagonismo en la agitación revolucionaria de aquellos años convulsos. Las distintas corrientes de la izquierda radical, algunas sin recambio generacional desde hacía años, se vieron impulsadas de nuevo por la actividad de miles de jóvenes que nutrieron sus filas. La Organización de Izquierda Comunista, grupo marxista heterodoxo de influencia consejista, organizó en 1977 su rama juvenil, las Juventudes de Izquierda Comunista, que se presentaron en público con este folleto, ¿Qué son las JIC?, que ahora reproducimos.

¿Qué son las Juventudes de Izquierda Comunista?
¿En qué momento aparecen las JIC?
Ciertamente es reciente nuestra aparición. Es breve nuestra existencia pero hondas nuestras raíces, igualmente somos poco conocidos en el momento actual, pero ese espacio que ocupamos, el de la Izquierda Comunista, arranca de la primera experiencia donde la Revolución Socialista demostró su esencia real y no el calificativo bastardo de Utopía.
En efecto, muchos de los que leáis por primera vez este librillo político desconozcáis por completo lo que las JIC proponen, defienden y proyectan construir porque también es cierto que la revolución en España nos ha alumbrado con excesivo retraso.
Las JIC hemos aparecido no por aumentar en una más las múltiples siglas que hoy componen el espectro político en el Estado Español sino por hacer nuestra esa ley del desarrollo de la historia que afirma que el “proletariado y las capas populares construyen las vanguardias que les son necesarias para continuar avanzando en su lucha por la Revolución”.
-Las JIC aparecemos en un momento de inexistencia de alternativa política para la Juventud.
-En un momento de debilidad y reflujo de la Juventud.
-En un momento de estancamiento y retroceso de la actividad política y social del joven.
-En un momento donde las vanguardias históricas (con más tradición, se entiende) han abandonado, al igual que los partidos que las han construido, la coherencia política, la teoría marxista y la práctica revolucionaria.
-En un momento donde es vital por el futuro de la organización, la lucha y el desarrollo de un potente movimiento juvenil, una alternativa clara, visible, real y revolucionaria.
¿Qué diferencia a las JIC de la historia pasada y del resto de Organizaciones Juveniles?
Nos diferencia:
1º Una línea de actuación que trata de construir en la juventud una identidad social que señala las vías de lucha y alternativas de transformación a la situación de opresión política y explotación.
2º Una intervención entre la juventud que no se limita a calcar las propuestas que los partidos han venido haciendo y que las diferentes vanguardias juveniles que dependían de ellos han encajado como fuera entre la juventud, sino un método que partiendo de las necesidades, contradicciones e intereses de la juventud nos ha permitido elaborar un proyecto político juvenil con claros puntos de conexión con los objetivos revolucionarios de los trabajadores.
3º Un programa revolucionario actual y estratégico, o sea, de objetivos que sí configuran lo que ha de ser la lucha de la juventud por el socialismo.
4º Una voluntad de construir una juventud revolucionaria, y no sumisa y rendida a los intereses de los capitalistas en su fase actual de democracia-burguesa.
5º Una Organización en la que predomina la democracia interna; que se niega al burocratismo; en la que igualmente predomina el debate y la elaboración colectiva y el centralismo democrático como instrumento de construcción de una moral unas estructuras fuertemente comprometidas con la causa revolucionaria. Un no rotundo al estalinismo opresor y que arranca la creatividad e impone el dominio de la jerarquía individual al colectivo.
Nos diferencia así mismo:
6º Nuestra negativa a utilizar esquemas fáciles y preconcebidos en el análisis de la situación de la juventud, y por eso permanentemente mantenemos un estudio y una profundización del comportamiento, las prácticas y la lucha de juventud para poder realmente asumir el momento que vivimos y por tanto la dirección política que hoy exige la debilidad de la juventud.
Las JIC, por último, somos un Frente de lucha más en las múltiples tareas revolucionarias que hoy tiene planteado el proletariado y una escuela de aprendizaje de los mejores dirigentes juveniles y obreros con unos caracteres inconfundiblemente comunistas.
Un Programa Revolucionario para construir una Juventud Comunista
Las JIC luchamos:
-Por la construcción de una sociedad socialista que acabe con la existencia de la explotación capitalista sobre las capas más humildes e instaure la dictadura del proletariado con una forma de Estado basada en los Consejos Obreros como formas de poder popular.
-Por la construcción de la unidad de todos los explotados de la Clase Obrera y el Pueblo Trabajador en un solo Bloque Anticapitalista y Revolucionario, que bajo la dirección del proletariado unifique los objetivos revolucionarios y ponga en marcha a las capas y clases explotadas hacia la Revolución Socialista.
Las JIC defendemos:
-La Autoorganización de los trabajadores basada en las Asambleas y en la democracia directa.
-Contra todo intento de división de la clase, la Unidad Obrera en Asambleas, consejos de fábrica, Asambleas de delegados, Coordinadores de delegados, es decir, toda forma de democracia real y de autoorganización.
-La lucha política de la Clase Obrera y el Pueblo Trabajador caminando hacia la Huelga General que abra un espacio revolucionario y permita a los trabajadores acabar con la máquina del Estado burgués y levantar el Estado Proletario.
Las JIC y su programa de lucha juvenil
Defendemos:
La democracia directa y la Autoorganización de la Juventud contra todo intento de burocratismo y de sustitución del protagonismo de los jóvenes.
La juventud ha de platearse una lucha permanente por acabar con la explotación, marginación y discriminación de la que es objeto en la sociedad capitalista, y por tanto su lucha será desde hoy por ampliar el margen de libertades políticas totales para el joven y conquistar permanentemente el conjunto de reivindicaciones políticas, económicas y sociales que hoy el capitalismo reprime y niega.
De reivindicaciones políticas:
-Por la mayoría de edad a los 16 años.
-Por las libertades máximas de expresión, reunión y manifestación.
-Por la amnistía total.
-Por la legalización de las Asociaciones Juveniles, las organizaciones políticas juveniles y de todos los partidos obreros.
-Por el castigo a los criminales de la juventud y de todo el pueblo trabajador.
-Por la disolución de los cuerpos represivos.
-Por la desaparición de los reformatorios de menores y los tribunales tutelares.
-Amnistía para todos los presos juveniles hoy en los reformatorios.
-Por la desaparición de la OJE.
-Por la devolución de los patrimonios, albergues, fondos materiales, campamentos, etc. a los representantes legítimos de la juventud.
-Por un servicio militar reducido al tiempo de instrucción y en el lugar de residencia.
-Por la desaparición del servicio social.
-Por las máximas libertades en el ejército.
De reivindicaciones sociales:
-Por la desaparición de la patria potestad a partir de los 14 años.
-Por la penalización de los castigos físicos a la juventud.
-Por la igualdad de derechos entre el hombre y la mujer.
-Por el matrimonio civil y el derecho al divorcio.
-Contra el autoritarismo de la familia, en la escuela, en la fábrica, en el ejército.
De reivindicaciones materiales:
-Por una enseñanza gratuita, estatal y obligatoria hasta los 18 años, combinados con el derecho al trabajo del joven.
-Por unos salarios dignos y suficientes para el joven.
-Contra el paro juvenil. Un joven, un puesto de trabajo.
-Por la igualdad de horario y salarios del joven trabajador.
-Por la instalación de centros deportivos en cada barrio, campamentos de invierno y verano, en base a fondos estatales y en manos de los jóvenes.
-Por la instalación de centros culturales, locales, bibliotecas, con medios y subvención estatal para la Juventud.
-Por la existencia de “Casas de la Juventud”, regidas por los jóvenes, y con fondos del Estado para su mantenimiento, para la residencia en ellas de jóvenes que por su propia voluntad o por cualquier otro motivo carecían de lugar donde vivir.
Contra todo tipo de represión:
-Política, ¡Abajo la represión!
-Cultural, ¡No a la censura burguesa!
-Social, ¡Abajo las cárceles de jóvenes!
-Sexual, ¡Por una sexualidad libre!
-Laboral, ¡No a la discriminación por razones de edad o sexo!
La Unidad de la Juventud: ese objetivo actual
Este programa, este planteamiento político de lucha y de intervención revolucionaria, esta organización comunista que es parte de la juventud y que ha surgido de sus luchas y con sus más cualificados y mejores luchadores, desde hoy sostiene un proyecto inmediato y a la vez permanente que todos los jóvenes habremos de conquistar.
Este objetivo no es otro que el de conquistar:
-Nuestra Unidad en la práctica diaria.
-Nuestra Unidad en un programa tras el cual consigamos que la juventud cobre el carácter revolucionario que la historia precisa del joven.
-Nuestra Unidad en unas formas de organización que sean presididas por la única y democrática vía de construcción de nuestra autoorganización juvenil (la asamblea, la democracia directa, la representatividad política y no burocrática).
-Nuestra Unidad que acabe con las diferencias y las barreras que se alzan entre los jóvenes explotados en diferentes grados y con distintas técnicas capitalistas (estudiantes, aprendices, campesinos).
La lucha por la Unidad de la juventud empieza hoy tras un solo objetivo: El Socialismo, con los métodos que únicamente garantizan las conquistas antes, durante y después de las luchas: la movilización, la acción, la práctica política constante y con el único programa que recoge las reivindicaciones sociales y políticas y económicas de los jóvenes a la vez que incorpora y proyecta nuestra lucha como sector explotado a la lucha general de la Clase Obrera y el Pueblo Trabajador.
La unidad es hoy la posición política de quien entiende que somos carnada fácil para la burguesía si continuamos dispersos y ausentes de la lucha por nuestras reivindicaciones y faltos de la conciencia política capaz de dibujarnos el espacio real político que los jóvenes hemos de ocupar para acabar con esta explotación y opresión que no se verá resuelta en ninguna pacífica democracia burguesa sino en el Estado Socialista de los Trabajadores, cuando la explotación se haya reducido a cenizas.
Juventudes de Izquierda Comunista

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